León Barua Raúl1, Berendson Seminario Roberto1.
1Profesor de Medicina. Miembro del Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, Perú.
El calificativo de "biomédico" es empleado con suma frecuencia. Se habla, así, de conocimientos biomédicos o de investigación biomédica sin precisar con exactitud el límite entre biología y medicina. Con mucha razón, pues, Bunge (1), en su obra "Epistemología", opina que aún queda por precisar ese límite y dar definiciones de medicina y del conocimiento médico mejores que las que ya existen.
Definición y campo de la medicina
La medicina ha sido definida corrientemente como "la ciencia que tiene por objeto la conservación y el restablecimiento de la salud" (2), o "el arte de prevenir, cuidar y asistir en la curación de la enfermedad" (3), o finalmente, "la ciencia de curar y precaver las enfermedades" (4).
Se puede objetar esas definiciones precisando que la medicina no ha sido siempre una ciencia, es decir, "conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas" (4), y que difícilmente ha sido en algún momento sólo un arte, o sea, "la disposición o habilidad para hacer alguna cosa" o "el conjunto de reglas necesarias para hacer bien alguna cosa" (4).
Desde el tiempo de la Grecia clásica se ha pensado que los dos objetivos de la medicina son conservar la salud y curar las enfermedades. De allí las dos hijas del dios Esculapio, Hygieia y Panacea (5). Hygieia era la diosa de la conservación de la salud, mientras que Panacea lo era de la curación de las enfermedades. De sus nombres han derivado las palabras higiene y panacea; esta última para dar a entender "un medicamento que se supone eficaz para curar diversas enfermedades" (2-4).
Más recientemente, Claude Bernard (6), en su genial obra "Introducción a la Medicina Experimental", propone también que los dos objetivos de la medicina son "conservar la salud y curar las enfermedades".
Sin embargo, no se debe olvidar que si la salud fuera un don garantizado no nos preocuparíamos por conservarla. Es debido a que enfermamos o, lo que es lo mismo, a que perdemos la salud, que surge en nosotros esa preocupación. Por la razón, pensamos que al definir la medicina se debe hablar de prevenir las enfermedades más bien que de conservar la salud.
Teniendo en mente estas consideraciones, proponemos definir la medicina como el conjunto de conceptos, procedimientos y recursos materiales, con los que se busca prevenir y curar las enfermedades.
En las civilizaciones primitivas de la antigüedad y las que aún existen en diversas partes del mundo, los conceptos han tenido o tienen un doble contenido, mágico-religioso y natural. El contenido mágico-religioso consiste en que se cree que las enfermedades son castigo de los dioses por pecados cometidos, o resultado de la entrada en el cuerpo del demonio o espíritus malignos, o de hechizos o brujerías, o finalmente de pérdida de parte del propio espíritu (5). Esto vale para las enfermedades internas, que no tienen alguna causa natural fácilmente perceptible (5).
Los procesos con obvia causa externa, p.ej., traumatismo o heridas recibidas durante el combate, aunque también pueden ser interpretados como resultado del castigo de los dioses, son abordados preferencialmente en forma natural (5).
De acuerdo con este doble enfoque conceptual, los médicos primitivos llevaron o llevan a cabo una serie de procedimientos y emplearon o emplean una serie de recursos tales como ceremonias con ofrendas o ritos para prevenir la ira de los dioses (una especie de medicina preventiva) o calmarla (medicina curativa), magia, encantamientos, exorcismos, pasaje de algún animal por la superficie del cuerpo y/o apertura de su abdomen para observar sus vísceras (en un intento diagnóstico) como lo son los métodos del "pasaje del cuy" de nuestros grupos primitivos o la "hepatoscopía" de la antigua civilización caldea (5), suministro de medicamentos naturales ya sea cocimientos o extractos de plantas o minerales, curación de heridas con bálsamos o emplastos, reducción de fracturas y fijación de los miembros fracturados con tabillas, etc (5).
A través del tiempo y con el progreso de la civilización y el avance cultural, los conceptos médicos se han ido haciendo más y más científicos los procedimientos más técnicos, y los recursos más tecnológicos, sin querer esto decir que la ciencia, la técnica y la tecnología lo son todo en medicina. Mucha veces conceptos médicos tienen la forma científica pero carecen de una comprobación estricta, como la ciencia lo que requiere. Y no se puede ni se debe ignorar que el efecto curativo del médico y sus medicinas tienen siempre un contenido de sugestión, conocido generalmente como el efecto placebo (7).
Definición y campo de la biología
La biología, en su más amplia acepción, puede ser definida como la ciencia, o mejor, el conjunto de disciplinas, cuyos objetos de estudio es la vida en sus diversos aspectos, observada a través de distintos enfoques (8).
Las ciencias afines a la biología más importantes son: la morfología, la anatomía, la histología, la citología, la bioquímica, la bioenergética, la fisiología, la embriología, la genética (ya sea mendeliana o molecular), la paleontología, la biogeografía, la ecología, la etología, la zoología, la botánica, la sociología, la psicología, etc. (8).
Los que estudiamos medicina o somos ya médicos (aunque en realidad un médico nunca debe dejar de estudiar medicina) reconocemos a muchas de las ciencias afines a la biología, que hemos mencionado, como fuentes de los conceptos, procedimiento y recursos de que disponemos.
¿Se puede establecer un límite entre biología y medicina?
El humano, como todo ser vivo, es objeto de estudio de la biología. La medicina, por su parte, se apoya fuertemente en la biología y sus ciencias afines. A pesar de esto, ¿es posible trazar un límite entre la biología y la medicina? Creemos que sí, aunque debido a las estrechas interrelaciones entre la biología y la medicina ese límite no sea preciso y definido.
Los médicos, en nuestro afán por comprender profundamente las enfermedades, empleados métodos exploratorios que por su naturaleza pertenecen a la biología. La profundización de esa actividad exploratoria, investigadora, puede llevarnos a entrar más y más en el campo de la biología pura, apartándonos progresivamente del de la medicina. Lo que nos mantiene, sin embargo en el campo de la medicina es el tener siempre a la vista, como objetivos inmediatos, la prevención y la curación de la enfermedad.
El límite entre biología y medicina, aunque no preciso y definido, puede ser, pues, esbozado teniendo en consideración los dos objetivos principales de la medicina. Una actividad investigadora será más médica que biológica cuando persiga mejorar la prevención y la curación de las enfermedades y, a la inversa, más biológica que médica, cuando en la profundización del estudio se tienda a perder de vista estos objetivos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.Bunge M. Epistemología. Barcelona: Editorial Ariel SA.;1985.p. 234-6. [ Links ]
2.Larousse P. Pequeño Larousse Ilustrado: Nuevo diccionario enciclopédico. Paris: Librería Larousse; 1920. [ Links ]
3.Thomas C. (Editor). Tabers Cyclopedic Medical Dictionary. Philadelphia: Davis Company Publishers; 1949. [ Links ]
4.Rancés. Diccionario Ilustrado de la Lengua Española. Barcelona: Editorial Ramón Sopena SA;1972. [ Links ]
5.Garrison FH. Introducción a la historia de la medicina. Mexico DF: Interamericana; 1966:1-28,41,52. [ Links ]
6.Bernard C. Introducción al estudio de la medicina experimental. Buenos Aires: Emecé Editores SA.; 1944.p.11. [ Links ]
7.Frank JD. Persuation and healing. A comparative study of psychotherapy. Baltimore: The Johns Hopkins University Press; 1974.p.137-51. [ Links ]
8.Enciclopedia de la ciencias naturales. Biología. Barcelona: Ediciones Nauta SA.; 1986.p. 8-10. [ Links ]
fuente : REVISTA MEDICA HEREDIANA 2015.